La Movida Pucelana: el Valladolid más alternativo

Dale al play y sumérgete en la Movida Pucelana con esta joyita de fondo
La Movida Pucelana, sin duda, fue el momento más alternativo y vistoso de Valladolid. En esta época dorada del disco, los más jóvenes quemaban Pucela entre bailes, música en directo y ganas de experimentar. Muchos vivían como si el día de mañana no trajera resaca ni un TFG por entregar…
Cuando se habla de la movida, todo el mundo en Madrid capital, en Malasaña o Alaska. Pero el resto de la península también tuvo su propia movida. La ciudad del Pisuerga tuvo su versión más castiza, punky y con mucha jarana. En lo que a moda se refiere, la ciudad tenía un aire muy new wave con peinados llamativos y maquillajes exagerados. Gracias a la cercanía con Madrid, Valladolid absorbió mucho de ese espíritu chulapo alternativo. Aunque, Pucela también aportó su dosis contracultural con Valladolid 83, Disidentes, Reflejos y los grandes Celtas Cortos.
Los vallisoletanos también destacaron en esta época sobre todo con la Seminci, y el cine de barrio. En cuanto al festival, la Seminci destacó con especial importancia por su 25ª edición en 1980. Aquí el festival puso énfasis en el cine español, “El cine español que ahora surge, de forma espontánea y no dirigida desde arriba como en otras ocasiones”. Esto era un claro ejemplo de cómo la movida influyó en el festival, también empezaron a colarse ciclos temáticos como el cine chino y proyectaban largometrajes de índole social y político.
Durante esta época era muy común ir al Cine Castilla (barrio Girón) ¿Y por qué? porque se creó con la intención de responder a la demanda de los vallisoletanos de una sala de proyección moderna. Aquí los locales podían disfrutar de salas con juegos, salas de café y tertulia, también acogía obras teatrales. El centro de ocio nació para responder a lo que pedía la gente: una experiencia única y más abierta. De hecho, se regía como el primer cine de barrio de Valladolid rompiendo con las tendencias de la época. Actualmente, el Cine vuelve a ser del Ayuntamiento y está previsto que su uso sea cultural.
En cuanto al ámbito más friki, la ciudad también tuvo artistas que se dedicaron al fanzine. Aunque no tuvieran gran éxito o la repercusión que obtuvieron La Luna de Madrid o Buades, algunos pucelanos se atrevieron a experimentar con ello. De hecho, hay coleccionistas que venden esos fanzines experimentales. Tanto es así, que en 2013 la Diputación de Valladolid puso en marcha una biblioteca de fanzines y autoediciones en La Villa del Libro de Urueña. La biblioteca ‘80’ Efímeros Pluscuam(im)perfectos’ expuso un total de 200 fanzines de la década de los 80 en el Centro e-Lea Miguel Delibes de Urueña.


En el panorama más fiestero, Pucela es a día de hoy reconocida por gustarle mucho la jarana y en los 80 se vivió de una manera única. Durante la ‘época dorada’ de la música, en Valladolid las discotecas ofrecían música en vivo, decoración retro, zona de baile y demás. Las más famosas de aquella época eran:
– Ícaro, que destacaba por sus sesiones más roqueras y punky, era un lugar donde iba gente “fuera de la norma”.
-Sala Mambo que vivió su época dorada en estos años con un estilo más underground y creativo.
-La discoteca Hippotamus que hoy en día es Maraca, tampoco se quedaba atrás
-Otra de las más famosas era Atomium.


Imágenes del Día de Valladolid