SmartiDj: «Lo que realmente hace latir esta ciudad está en los márgenes: en los locales pequeños»

Marta, una joven pucelana y DJ que hace y crea música desde los márgenes. Los jóvenes vallisoletanos son muy creativos y talentosos, Marta es ejemplo de ello. Pero se necesita más apoyo y foco hacia este tipo de cultura que cada vez late más fuerte.
Pregunta: ¿Cómo eres tú en lo personal? ¿Y cómo te defines profesionalmente?
Respuesta: Mi nombre es Marta. Soy fisioterapeuta de profesión y dedico gran parte de mi tiempo libre a la música. Formo parte de El Bloco Feroz, una batucada compuesta por mujeres aquí en Valladolid. Además, compagino esa actividad con sesiones como DJ. En lo personal me considero una persona cercana, abierta y con una personalidad muy marcada por mi signo: soy Géminis. A nivel profesional mantengo esa esencia, aunque con ciertos límites que me ayudan a mantener el equilibrio.
P: ¿Cuándo comenzaste a pinchar? ¿Tuviste influencias musicales desde pequeña?
R: La verdad es que no recuerdo un momento exacto. Siempre me ha atraído la música y me ha gustado experimentar con distintos instrumentos. Desde pequeña he estado muy expuesta a influencias musicales muy diversas: desde Paco de Lucía, que escuchaba con mi padre, hasta Nirvana con mi hermana mayor o Extremoduro con mi hermano. La música ha estado siempre presente, incluso mientras trabajo. Forma parte de mi vida y de mi manera de entender el mundo.
P: ¿Cómo definirías tu estilo musical? ¿Has notado alguna evolución?
R: Mi estilo es bastante variado y no me gusta encasillarme. Escucho desde indie, funky o reggae hasta drum and bass, dancehall, electro house, música tropical o sonidos de los 80 y 90. Va muy en sintonía con mi estado de ánimo, por lo que es un estilo en constante movimiento.
P: ¿Qué supone para ti pinchar en una ciudad como Valladolid?
R: Valladolid es mi ciudad, y poder compartir mi música aquí, con mi gente, tiene un valor muy especial. Disfrutar de la conexión que se crea en bares o eventos es algo que me motiva mucho. También he tenido la oportunidad de pinchar en otras ciudades, donde he sentido la misma energía y calidez.
P: ¿Crees que hay cierta condescendencia hacia el estilo que sueles pinchar?
R: No lo creo, precisamente porque no me centro en un solo estilo. Mis sesiones son muy eclécticas, y creo que eso les aporta riqueza y dinamismo. Esa versatilidad me permite conectar con distintos públicos y adaptarme a cada espacio.
P: ¿Notas diferencias de trato entre mujeres y hombres DJs? ¿Sigue existiendo machismo en este ámbito?
R: Sí, hay diferencias. Aunque la presencia femenina en la escena DJ ha crecido mucho, seguimos siendo minoría en muchos carteles y espacios. A las mujeres se nos cuestiona con más facilidad: nuestras habilidades técnicas, nuestra legitimidad, o incluso nuestra presencia. Afortunadamente, hay una transformación en marcha, y cada vez somos más las que ocupamos estos espacios con talento y determinación.
P: ¿Tu estilo musical ha chocado alguna vez con la estética tradicional de Valladolid?
R: Creo que Valladolid ha cambiado mucho en los últimos años. Hoy hay más apertura, más diversidad y más espacios donde distintos estilos musicales pueden convivir. Ya no siento esa rigidez de antes, y eso se nota en el ambiente y en la programación de muchos bares y eventos.
P: ¿Es distinto el público según la ciudad o el lugar donde pinchas?
R: Sí, cada sitio tiene una energía y unos gustos particulares. Algunas veces sorprende lo bien que funciona un estilo en un lugar en el que no esperabas. También influye mucho la actitud del DJ: lo que se transmite desde la cabina es fundamental para conectar con la pista.
P: ¿Cómo ves la escena underground o contracultural de Valladolid?
R: Viva y en constante crecimiento. Hay una comunidad muy activa, con propuestas diversas y valientes. Muchos artistas locales están ganando visibilidad y reconocimiento, dentro y fuera de la ciudad. Eso es un buen síntoma.
P: ¿Existe una red de apoyo entre artistas underground aquí?
R: Sí, existe, aunque siempre se puede fortalecer más. La clave está en crear vínculos, colaborar, asistir a eventos pequeños y tejer comunidad desde la base. Cuanta más conexión entre artistas haya, más fuerte será la escena.
P: ¿Cambiarías algo de la cultura musical en la ciudad? ¿Impulsarías algún movimiento?
R: Valladolid tiene talento de sobra, pero falta apoyo real, horizontal y sostenido. Debería haber más espacios accesibles para artistas emergentes y más programación que abrace la diversidad cultural. La música necesita estar en la calle, en los barrios, en lo cotidiano, y no solo en espacios institucionales.
P: ¿Qué papel juega tu estética en tus sesiones?
R: Mi estética y mi set están conectados. Para mí, la imagen forma parte del lenguaje artístico. Lo importante es que sea coherente con lo que transmites musicalmente. La autenticidad es lo que marca la diferencia.
P: ¿Qué mensaje le darías a las chicas que están comenzando como DJs?
R: Que no tengan miedo a sonar fuerte, a ocupar espacio, a mostrarse tal como son. Si lo hacen desde la autenticidad, sin pedir permiso, están haciendo algo poderoso. No están solas: somos muchas las que estamos aquí, y hay espacio para todas.
P: ¿Y a quienes deciden la agenda musical de la ciudad?
R: Valladolid no necesita más eventos institucionales sin alma. Lo que realmente hace latir esta ciudad está en los márgenes: en los locales pequeños, en las naves okupadas, en las bandas que ensayan sin medios, en los colectivos que se autogestionan. Si realmente se quiere apoyar la cultura, hay que empezar por escuchar a quienes la están creando desde abajo.